martes, 30 de noviembre de 2010

Desde un Vagón del Tranvía

Mientras el Partido Popular presenta su plan de austeridad para ahorrar un mínimo de 6 millones de euros anuales al Ayuntamiento de Jaén, hoy nos hemos desayunado con la petición del gobierno municipal a la Seguridad Social, para que le aplace durante dos meses el pago de las cuotas correspondientes a sus empleados. El Consistorio vive en una asfixia permanente y mes tras mes, en el área económica se hacen malabares para hacer frente al pago de las nóminas.

Por eso, pocos entienden el gasto tan grande que está suponiendo el tranvía. Al final, van a ser más de 20.000 millones, de las antiguas pesetas, como les gusta decir a los políticos, y un lastre diario y mensual que mermará las ya maltrechas arcas municipales hasta un punto insospechado. Qué más da si el césped artificial queda muy “bonico” o si el centro de control ya está listo, lo malo va a ser lo que viene ahora, la gestión de un servicio, que dejémonos de hipocresías verdes, ecologismo de barra de bar y argumentos de falsa modernidad, Jaén no necesitaba, no demandaba y no puede albergar por su fisonomía.

El primer convoy está a punto de llegar a la capital del Santo Reino. Lo hará, si todo va según lo previsto el próximo día 16. Venden, desde el equipo de Gobierno en la prensa, que será un gran regalo de Navidad para los jiennenses. Lo que no llega, y eso sí que hace falta, son unos presupuestos para echarse a la boca. Descartados ya los de 2010, la coalición que forma el ejecutivo municipal se debate entre aprobar los de 2011 o pelearse definitivamente para llegar a las Elecciones representándose a sí mismos. En cualquier caso, el que pierde es el Ayuntamiento y, por ende, la ciudad y los jiennenses. La situación es insostenible.

Como insostenible es también la situación del Real Jaén. Tras el enésimo anuncio del accionista Sánchez de tomar una decisión drástica, en este caso la de su marcha, las tornas no se mueven salvo por el hecho de que Gil Vázquez vuelve a ser el mejor colocado para quedarse con el club. Los antecedentes nos dicen que no sería la mejor opción, pero quién sabe… en esto del fútbol, los caminos son inescrutables a menudo.

Y todo ello, aderezado por los vientos de cambio que llegan desde Cataluña. Cada uno, eso sí, podrá hacer la lectura que le venga en gana, aunque soy de los que piensa que el ritmo de la comunidad que presidirá en apenas dos semanas Artur Mas marca otro tipo de estrategias, de necesidades y de posicionamientos políticos. Vamos, que el PSC se ha acabado hundiendo por Zapatero, pero sobre todo, por sí mismo.

Llega mi parada. Nos escuchamos la semana que viene.

Pablo Ruiz, columnista de Así son las Mañanas en Jaén