miércoles, 8 de diciembre de 2010

Desde un Vagón del Tranvía

Parece que las catenarias y el entramado de cables del sistema tranviario han aguantado el aire solano que estos días ha arrasado la capital. El temporal se ha llevado por delante árboles, mobiliario urbano y, como no podía ser de otra forma, gran parte de la basura que no ha sido recogida por los operarios de FCC, toda vez que persiste el conflicto por el impago de las nóminas. Y eso, que somos “Escoba de plata”.

Algo parecido, es decir, que el viento se las hubiera llevado, es lo que parece haber pasado con las bicicletas de alquiler. Desaparecieron al poco tiempo de ponerse en servicio y ahora, todo apunta a que no hay dinero para pagar a la concesionaria, que las habría retirado para repararlas. En fin, otro fiasco más de un ayuntamiento endeudado hasta las cejas.

El Real Jaén, por el contrario, empieza a ver la luz al final del túnel. Habrá que esperar aún a ver cómo se desarrollan los acontecimientos, pero las acciones ya se han traspasado y el aire nuevo que representa Rafael Teruel ya ha entrado en las oficinas del Nuevo Estadio de La Victoria. Lo que ocurra a partir de este momento, es una incógnita, pero al menos, da la impresión de que los jugadores están más animados. El 1-5 al Jumilla habla por sí mismo.

Por lo demás, en el vagón del tranvía no se habla de otra cosa, todavía hoy, que no sea de la huelga de los controladores aéreos. Es llamativo que, aunque todo el mundo coincide en culpar a la ambición de este colectivo de la situación de caos que se ha generado en los últimos días, lo cierto es que el Gobierno tampoco sale bien parado de las conversaciones que se escuchan en la calle al respecto. Ayer, abucheos en el Día de la Constitución y hoy, como antes de ayer, un continuo tufo a descrédito, que parece ligado sin más remedio al ejecutivo de Zapatero.

Y volviendo a la ciudad, el tranvía, que está a punto de hacer su entrada triunfal, como Jesús en Jerusalén, entre palmas y vítores, es lo único que avanza. A la ya citada huelga de la basura, el impago a los proveedores, los problemas para hacer frente a las nóminas y otras historias de la vida municipalera, hay que sumarle que el Presupuesto para 2011 sigue siendo una entelequia, como lo ha sido durante más de un año el de 2010. Podría producirse el esperpento de que las cuentas para el próximo ejercicio tampoco se hicieran realidad. Menos mal, pensarán algunos, que tan sólo faltan seis meses para los comicios de mayo.

Hasta la semana que viene.

Pablo Ruiz, columnista de así son las Mañanas en Jaén