Este verano me decían unos amigos de León, que querían venir a pasar unas semanas en las playas andaluzas, pero antes harían una parada en Jaén para conocer esta tierra, que es todavía una gran desconocida. Lo primero que me dijeron es que venían en avión, a lo que yo, como no podía ser de otra manera, les respondí con una carcajada y les tuve que explicar la milonga del aeropuerto de Jaén.
Estas gentes del norte, que desde hace tiempo tienen muchas más infraestructuras de todo tipo que nosotros, no daban crédito a lo que les contaba. Es decir, que Jaén tiene aeropuerto, pero gracias a nuestros dirigentes socialistas como el gran Zarrías, a eso de unos 100 kilómetros, concretamente en la capital de la Alhambra.
Y ya de paso les conté que en Jaén, las promesas de los socialistas no tienen ningún tipo de límite y que aquí no le ponemos puertas al campo, por lo que además de aeropuerto, también compartimos el puerto de Motril, y ya mismo nos dirán que los jiennenses somos copropietarios de la mezquita de Córdoba, de la Giralda de Sevilla, de las playas de Málaga o en lugar de nuestro Real Jaén, nos querrán hacer aficionados del Almería, por aquello de llegar a Primera División sin pasar por los desilusionantes play-offs. El PSOE lo hace todo tan fácil que no hacen falta ni obras, ni molestias para los ciudadanos, ni inversiones millonarias, tan sólo hace falta añadir en el cartel de lo que necesitemos el nombre de Jaén. Así de sencillo.
Volviendo a la milonga sonrojante del aeropuerto de Jaén, hace unos meses nos encontrábamos en la prensa que el transfer, es decir, el autobús que conectaba la capital con el aeropuerto de Granada, dejaba de funcionar. Y lo hacía de forma provisional hasta que se tomara una decisión definitiva. De momento nadie ha dicho nada más.
¿Dónde han quedado los grandes titulares de la prensa diciendo que Jaén ya tenía aeropuerto?, ¿para qué han servido las fotos que se hicieron nuestros dirigentes en el aeropuerto de Granada ofreciendo botellitas de aceite a los pasajeros?. Plagiando a un importante político andaluz, estos son los bueyes con los que hay que arar. Buena y recurrente frase que puede servir para muchas conversaciones.