viernes, 5 de noviembre de 2010

TODOS A UNA

La reciente remodelación del Gobierno sugiere todo tipo de reflexiones en torno a su efecto sobre nuestra situación global. En primer término parece deducirse una estrategia, indudablemente legítima, dirigida a contrarrestar la sangría de votos que, según todas las encuestan, se han deslizado por el sumidero de la intención de voto ciudadana como consecuencia de la ineficacia de su gestión.

Sin embargo, ya advertía en mi anterior colaboración que la acción política resultará totalmente ineficaz si no va acompañada de una notable mejora de la coyuntura económica que conlleve creación sustancial de empleo, posibilidad, a estas alturas, altamente improbable.

Los ciudadanos percibimos que en ésta inquietud del Gobierno parece privar más la preocupación por seguir gobernando que por gestionar con tino para frenar el deterioro general y la escandalosa escalada del paro. Como añadido, la estrategia pasa por alimentar la confrontación y la refriega política contra el mayor enemigo a batir, incrementando la crispación para tratar de restarle imagen y posibilidades de aparecer ante la ciudanía como alternativa de gobierno, porque, efectivamente, esas mismas encuestas confieren al PP todas las bazas para recuperar el Gobierno, y por tachar a éste partido de mantener una actitud pasiva ante los problemas del país acusándole de no aportar ni su esfuerzo ni sus medidas para facilitar una mejora de la situación, es decir, de estar esperando que “madure la breva”.

Posiblemente la falta de una buena labor de comunicación, permite anidar en el ciudadano cierta confusión. Mejorar ése aspecto parece necesario publicitando ampliamente sus aportaciones, en esfuerzos y sugerencias concretas, de tal forma que los ciudadanos podamos discernir si ésa falta de colaboración de la que se le acusa es real o si por el contrario obedece a una negativa del propio Gobierno a rectificar sus estrategias y admitir las sugerencias ajenas.

Y los partidos nacionalistas a lo suyo” a río revuelto….” en prebendas políticas y/o económicas. A las estrategias particulares de los partidos se añade, de otro lado, la excesiva focalización de los medios de comunicación en la dinámica de la actualidad, ampliando la refriega política y preteritando centrar la atención política y ciudadana en el verdadero debate que no es otro que la solución inmediata de los problemas del país.” Y de lo mío qué…” suspiran los parados, los empresarios sin crédito, los pensionistas congelados, los funcionarios maltratados y los demás ciudadanos que asisten atónitos al deterioro de la situación global del país.

Esa sensación de desamparo que anida a nivel general es necesario contrarrestarla de inmediato. Necesitamos urgentemente un tratamiento conjunto dónde prive la mejora de la situación general sobre los objetivos partidistas centrando todos los esfuerzos en la refundición de éste país de tal forma que se generen altas cotas de la ilusión y credibilidad pérdidas.

Nuestro país, el de todos, no puede permitirse seguir deteriorándose en el laberinto de las refriegas partidistas ni en las actuaciones interesadas.

Ignacio Villar, tertuliano de Así son las Mañanas en Jaén